martes, 26 de febrero de 2008

LUMEN

Él dejó en tu mente
los recuerdos más bonitos.
Él te está mirando
desde lo alto del infinito.

Él dejó su mano
tendida sobre la tuya,
por él los ángeles ríen
cuando hay eclipses de luna.

Él es tu pasado,
tu presente y tu futuro,
pues en tus locuras y gestos
hay un pedacito suyo.

Conservas sus ojos desafiantes,
sus comentarios risueños.
Él se esconde en tus palabras,
en tus alas, en tus sueños.

Él está en tu risa
y en tu llanto de hoy,
pero no quiere que llores:
él siempre te daría el sol.

Por eso no llores porque no está,
hazlo por los instantes de felicidad.
Él compra un pasaje de vuelta
cada vez que en él tú piensas.

Por eso no llores porque no está,
dedícale un llanto de eterna paz.
Devuélvele en tus lágrimas la lealtad
y lo que siempre te enseñó de la integridad.